5/6 septiembre 2015
En ciertos lugares de la tierra y de interés
turístico se construyen estructuras excepcionales que nos permiten disfrutar de
impresionantes vistas, esta que detallo a continuación es una de ellas, una
ruta espectacular y nueva aventura para
nosotros…decidimos Visitar el Congost de Mont-Rebei.
Ubicado en la Sierra del Montsec, entre las
provincias de Lerida (Catalunya) y Huesca (Aragón). dentro de un
incomparable marco natural y de extraordinaria belleza Se trata de un entorno
espectacular, con paredes de roca escarpada y de altura impresionante por donde
discurre el río Nogera Ribagoza, en su
parte superior se ha labrado un camino
parcialmente excavado en la roca que
permite cruzar con facilidad la totalidad del Congosto de Mont-rebe. Por otro
lado, el parque cuenta con unas pasarelas de madera que permiten salvar la
impresionante pared rocosa y nos proporciona en ambos casos unas impresionantes
vistas de las que ya han disfrutado sus miles de visitantes que acuden cada año
La ruta tiene dos partes bien
diferenciadas. La primera es casi horizontal y salva el cauce del rio por medio
de la pared rocosa la segunda es
vertical y supera en dos ocasiones la
rocosa pared.
Hay dos puntos de inicio que son más asequibles
desde el Área de aparcamiento de la
Masieta y la otra desde el Refugio- Albergue Casa Baille. Pero nosotros realizamos
una circular de unos 40 km repartidos en dos días.
Día
5-09-215.- Puente de Montañana-Refugio- Albergue Casa Baille.- 16 km
Población
de Puente de Montañana.- A través de un
pintoresco puente colgante atravesamos
el rio que lleva a la parte antigua de la población. El original de este puente
es de la guerra civil construido por la 2ª compañía de zapadores de Tenerife en
1938, según consta en una placa ubicada en dicho puente. Nos encontramos con el
poste que indica la dirección que tenemos que seguir y además la señal del GR-1,
que transcurre en su primer tramo, por
un sendero que nos lleva hasta una carretera, por la que continuamos unos 7 kilómetros más o menos. Mientras
nos íbamos alejando de la población, nos
acercábamos más al mirador de las
Nutrias, y una vez allí como no era cuestión de seguir la ruta con el
estómago vacío, hicimos una parada para desayunar y coger buen acopio de fuerzas
para proseguir la marcha, y al mismo tiempo disfrutar de la belleza del paraje donde tuvimos un primer contacto visual del
desfiladero al que nos dirigíamos que forma el circuito Congosto de Mont-rebe,
y El Río Nogera Ribagorzana que en su
curso se va introduciendo en el desfiladero… dejando el mirador un poco más
abajo abandonamos la carretera y llegamos al…
Área
de aparcamiento de la Masieta.- Ya en la pista de acceso
un letrero nos da la bienvenida al Espacio Natural del Congost de Mont-rebei.
Franqueada la caseta de información
seguimos por la pista siguiendo el GR-1
que nos adentra en el cañón; llegamos al primero de los dos puentes
colgantes que cruzamos en este recorrido, la primera prueba de vértigo.
Puente
colgante sobre el barranco de San Jaume o de La Masana que nos permite salvar el importante desnivel del barranco, en el tramo catalán del GR 1. Hacernos unas
cuentas fotos, para inmortalizar.
Pronto comienza los tramos en los que la
senda ha sido tallada en la roca en 1984 y que sustituye a otro excavado en
1924 que va cerca del cauce del rio ahora, el que puede quedar inundado por el
cauce del mismo. De poca anchura y mucha altura, el camino poco a poco va ascendiendo por la
ladera de la montaña
Avanzamos lentamente, encajonados entre
las paredes rocosas. Cruzamos a través de un pequeño túnel donde hay otro
mirador que te ofrece una nueva perspectiva del lugar. El color turquesa del
agua del río contrasta con las rocas blanquecinas de las paredes del
desfiladero, formando una imagen de gran belleza.
En el apartado arqueológico nos
encontramos con la Cueva Colomera.- Cavidad que se abre al desfiladero por encima del
camino. Para llegar hay que subir por una inclinada pendiente equipada. De vez
en cuando uno se puede detener en los
diferentes bancos que se van encontrando durante el recorrido, aparte de servir
para hacer un merecido descanso también pueden utilizarse como miradores
naturales del desfiladero y del camino
serpenteante. Aventurarse por este voladizo no implica casi riesgo, pero hay
que huir del borde del precipicio donde
la prudencia y el sentido común son las únicas protecciones.
Cruce
de camino.- Sin casi darnos cuenta, nos
encontramos que el Congost se terminaba. El sendero del GR-1 se desvía hacia la
izquierda “La Masieta y La Petusa-Corcá”. Seguimos el sendero de la derecha que
va descendiendo poco a poco abandonado
las tierras catalanas. El río continúa hacia el sur formando nuevos meandros en
dirección al embalse. Llegamos al segundo puente colgante:
Puente
del Siegué.- Puente que nos da paso a la
parte de Aragón aquí comienza el segundo
tramo. Donde se puede observar a los seguidores de los deportes acuáticos que también
tienen su espacio, algunas personas emplean el
kayak para recorrer el congost desde otra perspectiva deportiva,
enfrente tenemos la impresionante pared
vertical que cae a plomo sobre la misma incrustada la pasarela, que permite
recuperar un paso histórico entre el Montsec de l’Estall en el lado aragonés y
el Montsec d’Ares en Catalunya. Cruzado el puente nos encontramos con una
fuerte subida por un terreno muy abrupto
que ha sido adaptado en algunas partes con peldaños de madera para facilitar el
paso hasta la parte superior de las
1ª escaleras del congosto de Siegué,
ancladas sobre la pared de roca de apenas un metro de ancha colgadas sobre el vacío
recorren la vertical pared,
ofreciéndonos unas magníficas vista y una sensación de caminar sobre el vacío
indescriptible. Finalizamos este primer tramo de unos 35 metros de desnivel,
continuamos caminando realizando un suave descenso, para unos metros después
comenzar a subir de nuevo por un camino nuevamente acondicionado con escaleras
y barandilla, hasta enlazar con la 2ª escalera de similares características que
la primera que ayuda a superar una nueva
pared rocosa de unos 50 metros de desnivel, pero con mayor sensación de vacío.
Como las escaleras son tan estrechas, es imposible pasar dos personas a la vez,
por lo que nos tenemos que esperar en algún descansillo, para que pasen, y
viceversa. Nosotros ambas escaleras las superamos de bajada. Terminadas las
pasarelas y sin casi darnos cuenta, el rio
se pierde de nuestra vista pero sigue su curso
hacia el sur formando nuevos meandros ya cerca del embalse.
A los pies de la segunda escalera
seguimos por un sendero en subida que poco a poco se introduce en la masa
forestal de pinos que pasa por los restos del Corral de las Viñas, cruzamos el barranco de las Tarteras y
llegamos a la Font de Montfalcó
equipada con mesas y bancos. A partir de aquí en subida progresiva el sendero continúa entre robles, encinas, y pinos, donde
unos carteles nos van detallando la
fauna y flora del lugar.
Refugio-
Albergue Casa Baille (772 metros).- Es una edificación con historia, construida en 1850. Se ubica
en el núcleo de Montfalcó, aldea de la que apenas quedan sus ruinas entre la maleza
Desde
el albergue se puede acceder al embalse de Canelles. La ermita de Santa Quiteria y San Bonifacio
(siglo XI), hoy en día restaurada. Ubicada sobre un casi inaccesible risco,
desde el que se observa un privilegiado panorama, y al otro lado el mirador de
Montfalcó, que está situado sobre un peñasco, su mesa interpretación
del paisaje señala los puntos de interés
Final de este primer día y emocionante
colofón por un camino de vértigo.
Día
6-09-215.- Refugio- Albergue Casa Baille- Puente de Montaña.- 24 km
Después del descanso bien merecido en el albergue amanecimos con energía
renovada para emprender el segundo tramo de esta travesía.
Desde el albergue salimos por la pista que viene de Viacamp el poste indicador nos señala el camino a
seguir hacia L´Estall por el PR-HU 201.
Sin más penas seguimos por esta pista
forestal amplia la que no nos da ningún aliciente, solo los último coletazos de
poder ver el embalse, nos lleva en un primer lugar al Collado de Ramis, seguimos el PR-HU 201, después de unos cinco
kilómetros por pista llegamos l´ Estall, hoy en día despoblada, pero que
antiguamente fue lugar de señorío, perteneciente hasta el XIX a la Seu de
Urgell.
En este lugar si bien continuamos por la pista dejamos el PR-HU 201
y seguimos el PR-HU 45 pasando por el Mas
del Chiquet y Más de Quintillá, hasta el punto más alto de este tramo Collado
de Brañal .- Donde se puede disfrutar de buenas vistas panorámicas del
Montsec de L’Estall y de buena parte de los Pirineos orientales aragoneses. Aquí
abandonamos la pista para continuar dirección a
Montgai.
El camino que llevamos en esta ocasión
desemboca en una pista donde un poste indicador señala además del PR-HU 45
el PR-HU 204, se puede seguir también
por este último pero tiene más pendiente por lo que optamos coger el PR-HU 45 llegando a un nuevo destino deshabitado,
abandonado y en ruinas caserío de Montgai. Como paradoja se observa en el lugar como las nuevas
construcciones están sustituyendo a las antiguas casas, rompiendo el encanto y
el entorno del lugar, no obstante al parecer se han paralizado dichas obras por
fines que desconocemos.
Para evitar la pista el PR-HU 45 va
atajando por senderos llegando a la
población de Chiriveta, como casi todas las poblaciones colindantes esta también
se vio afectada por la emigración, actualmente casi despoblada aunque al
parecer poco a poco se está recuperando. A destacar su Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad (siglos
XVIII).
Desde esta población continuamos un buen
trecho por pista asfaltada encontrándonos en el margen izquierdo junto a una
cabaña de pastor el Pilaret de Chiriveta
tiene una imagen de la Virgen. Según vamos bajando por la pista y en su margen derecho justo al fondo de la
misma se observa la torre de Cririveta de origen musulmán que pertenecía al antiguo castillo medieval de Chiriveta, y
que pudimos contemplar ya desde el
mirador de las Nutrias, ofreciéndonos en esta ocasión una nueva
perspectiva de ella. Continuamos nuestra marcha por tierras aragonesas en la
sierra del Montsec, la pista por la que vamos ya no tiene ningún atractivo especial, solo
nos quedaba continuar por ella hasta acceder a la N-230, para dirigirnos al
pueblo, algunos compañeros, se sentían más motivados, por la apetecible
comida que no esperaba en el restaurante
Pallas, a escasos quilombearos del final de nuestra en el Puente de Montañana
Una
vez en el restaurante Pallas, donde nos
aguardaba una suculenta comida, pasamos
un buen rato todos juntos, charlando y descansando, antes de enfilar el regreso.