La etapa del camino de Santiago entre Bujaraloz – Venta de Santa Lucia, pasa a ser de las más duras. No por su desnivel en sí, sino por que atraviesa una de las partes más áridas de los Monegros, en un recorrido prácticamente desértico sin ningún tipo de población, los árboles y las sombras brillan por su ausencia.
Antes esta adversidad un peregrino prudente no debe subestimar este ambiente inhóspito. Hay que llevar agua suficiente, y no andar ni trasladarse en las horas de más calor
21 JULIO 2013.- ETAPA 21.-bujaraloz--VENTA SANTA LUCIA.- 18,385 KM
Pertrechados con nuestros bastones y mochilas, que contenían nuestros enseres y un tentempié para cuando hiciéramos un descanso… iniciamos esta etapa.
El camino no tiene perdida ya que va paralelo a la N-II. A pocos kms de Bujaraloz entre el km 386/387 de la N-II encontramos a pie de carretera un gran cartel anunciando el Camino de Santiago. Se cruza la N-II y continuamos por el mismo camino pero por el margen izquierdo de la carretera. En medio de un entorno idílico, y adentrados en Los Monegros a unos 7 km, a la izquierda aparece en medio de la nada la ermita dedicada a San Jorge.
Como en casi todas las etapas que llevamos en nuestra mochila continuamos caminando solos, sin otros peregrinos a la vista. El sendero continúa en su tónica y cada cual va abstraído en sus propios pensamientos.
El sol hizo acto de presencia y comenzó a calentar un poco, hasta ese momento tuvimos la esperanza de que disfrutáramos de una buena mañana climatológica para caminar por estos parajes. Los km iban pasando el desnivel de la etapa continuaba siendo nulo y solo caminábamos en llano por esta inmensidad de los Monegros.
Hasta que a lo lejos divisamos un pequeño edificio que rompía la sobriedad del paisaje,
Era el restaurante el Ciervo, se vislumbra desde la lejanía como un misterioso y vasto caserón pero resultó ser un buen sitio para hacer una parada, descansar y tomar un bocado. Adyacente al mismo una pequeña ermita y un torreón circular.
Sin más tiempo que perder y por mucho que nos hubiera gustado quedarnos allí relajados, reemprendimos la ruta esta vez con el estómago lleno. El camino prosigue paralelo a la nacional hasta llegar a la carretera A-1105. Punto donde se pueden tomar dos direcciones. La primera las flechas continúa dirección Gelsa, hasta llegar al Camino de las Ventas a Gelosa, o bien seguir por la carretera N-II a nuestra derecha si se prefiere la comodidad de la carretera
Andar por el arcén siempre es peligroso, pero no tuvimos otra opción, optamos continuar por la N-II como una vía de escape, el problema es que tuvimos que escapar del barro que se había acumulado en algunas zonas a consecuencia de la lluvia caída durante la noche y que hacía que se acumulara en nuestras botas con un incremento de peso…y pensar que algunos peregrinos parecían que iban a pasar un domingo en la playa …pues llevaban zapatillas abiertas con calcetines (típico guiri en verano), fue la anécdota del día.
Con total tranquilidad enfilamos por el arcén de la carretera por una larga recta sin mayor interés que nos llevó al km 372 donde se encuentra ubicada la Venta de Santa Lucía…un oasis… y fin de esta etapa del Camino de Santiago, en una jornada en la que nos hemos visto saturados por el fuerte calor.
El bar es similar a otros miles de locales de España. Una barra en la que siempre charla el dueño con algún parroquiano o algún viajante que hace su parada, un televisor que repite de manera intrascendente noticias rutinarias, una máquina traga-monedas, unas cuantas mesas que pocas veces se usan pero que nosotros nos hacemos usuarios de ellas enseguida,, ya que la vida transcurre en la barra, pero un bien muy cotizado como es el poder refrescarse un poco después de haber andado por estas áridas tierras.
Esto ha sido todo por mi parte. Espero que hayáis disfrutado de esta etapa y os emplazo a todos a seguir con nosotros en la próxima
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