13 diciembre 2015
La ruta del pasado domingo se realizó por el Parc de la Serralada Litoral superficie protegida de 7.400 hectáreas y situada entre las comarcas del Maresme y el Valles Oriental. Este Espacio Natural se encuentra constituido por tres unidades bien diferenciadas: La Conreria, el macizo de San Mateo y el macizo de Céllecs.
La ruta del pasado domingo se realizó por el Parc de la Serralada Litoral superficie protegida de 7.400 hectáreas y situada entre las comarcas del Maresme y el Valles Oriental. Este Espacio Natural se encuentra constituido por tres unidades bien diferenciadas: La Conreria, el macizo de San Mateo y el macizo de Céllecs.
La
situación estratégica y su clima mediterráneo hicieron que el hombre se estableciera en el desde muchos años atrás.
Guarda un rico y diverso patrimonio histórico y arquitectónico en forma de
castillos, casas señoriales, edificios religiosos y yacimientos
arqueológicos. Los restos históricos
ibéricos más interesantes son las de los poblados de Burriac, Castellruf, Silla
del Obispo y cerro Gordo de Céllec
Itinerario:
Cabrera
de Mar (80 m).- Ubicado en la entrada de la
población nos encontramos el edificio de la Cooperativa Agrícola donde iniciamos el recorrido siguiendo la riera
dirección a la población, la oscuridad en este primer tramo no nos dejaba ver bien los alrededores, así
que disfrutamos de ella durante el regreso.
Seguimos por el asfalto con dirección al
castillo, en un cruce dejamos a la
derecha la desviación al mismo y seguimos dirección a la masia Can Bartomeu (S
XVI-XVII), subimos por la C/Flelix Albajes, hasta llegar a una papelera color
verde en el margen derecho donde
encontramos el inicio del sendero a
seguir que se abre paso por un lugar muy boscoso y frondoso de pinos y arbusto
alternos, aunque no está señalizado no tiene ninguna perdida, y nos condujo a
una pista señalizada con poste
indicador SL-C-114 Castell de Burriac por
donde seguimos, al llegar a sus dominios abandonamos la pista que sube hasta
el, directamente y avanzamos unos metros hasta llegar donde hay un monolito al
V centenario de las municipalidades de la Baronia del Maresme, enfrente del
mismo sale el sendero que cubre el
último tramo antes de llegar al castillo. El estrecho sendero por el que hay en
algunos tramos que trepar serpentea
entre enormes rocas, madroños y enebros
Castell
de Burriac (390 m).- Castillo del siglo XI, con
restos de la capilla de Sant Vicenç, del siglo IX. La cima de Burriac posee un
mirador inmejorable: desde el cual observamos desde el Montnegro hasta Montjuïc, el Montseny y la depresión litoral
Descendimos del castillo esta vez por la
pista de entrada, continuando hacia el monolito , donde nada más llegar nos desviamos por un
sendero a mano derecha, hacia el Coll de
Burriac, este recorrido también sin señalizar nos introduce a través de un bosque, el sendero va transcurriendo
principalmente por lugares sombríos y densos. En las fechas que estamos cualquier
lugar es idóneo para instalar belenes…y en esta parte de la ruta nos
encontramos con uno.
El sendero nos llevó hasta un cruce de
caminos, giramos hacia la derecha para poder visitar el
Turó
d'en Cirers (485 m).- Torre de vigilancia. No
tenemos visión de los alrededores porque
el frondoso bosque nos los tapa.
Deshacemos un poco el camino hasta
el cruce por donde hemos subido, siguiendo
por la pista dirección norte, dejando el cruce donde la pista continúa hacia la
cresta de la serralada Litoral.
No habíamos llegado aún a la cima del
Montcabrer y ya podíamos divisar en esta ocasión hacia el oeste de unas panorámicas preciosas, a nuestros pies
la población de Cabrils, y toda la cresta que va desde la Mutua hasta
San Mateo. El sendero nos deja en el cruce de camino donde se encuentra la
Creu
de l'Abellà.- Un collado con una cruz de hierro
sobre un promontorio rocoso. Al parecer y según leyenda fue donde cayó muerto
el señor feudal Ali-Bei por un disparo
de honda de Mir, el enamorado de Timboreta, que era pretendida por el señor
feudal.
En este punto encontramos poste indicador
SL-C-115 Variante de Montcabrer, seguimos la señal y un poco más arriba encontramos
el sendero que por la izquierda nos acerca:
Al
turó de l’Infern (324 m).- En la cima hay un
vértice geodésico, un agrupamiento de piedras que señalan los puntos cardinales
(por más que buscamos no los vimos), y tres agujeros que habían servido para
enclavar, en la edad media (S-XIV y XV, las horcas donde colgaban a los criminales
y malhechores; de ahí le viene el nombre de cerro del Infierno. Nos ofrece
nuevas vistas sobre la llanura litoral del Maresme. Nuevamente en el camino seguimos
ascendiendo, pasando por un repetidor de televisión, continuamos hacia la
Cruz
de Montcabrer (311 m). Visible desde la cota es
un mirador excepcional, donde se requiere de un tiempo para recrearse y
disfrutar sobre la cordillera Litoral y la costa del Maresme, Montseny y el Montnegre. Pero como lugar de
referencia, siempre, el escarpado peñasco donde se ubica el Castell de Burriac
La cruz al parecer está en esta cima
desde el S- XVII, como signo de protección contra las tormentas, las granizadas
y las maldiciones diabólicas, aunque la cruz actual data de 1983.
En esta vertiente se encuentran la Cova
de Les Bones Dones, la visitaremos en otra ocasión.
Después de las correspondientes fotos en
la cima y contemplar las vistas desde todas sus perspectivas, empezamos el descenso
para ello volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar a la instalación de antena y
pasada esta cogemos el sendero a la derecha
En este tramo el nivel es muy
pronunciado y resbaladizo, donde los tronco de los árboles son una óptima ayuda
para no tener una caída
Seguimos haciendo camino y a medida que
avanzamos el sendero nos regala un último y precioso encuadramiento del
castillo, al llegar a las primeras casas de Cabrera de Mar, en la C/ Camí de Cabrils por la que seguimos para incorporarnos
con la calle Barcelona que justo desemboca en la céntrica Calle de La
Riera que seguimos hacia abajo. Junto a la riera los restos arqueológicos del
Forns y Termes de ca l´Arnau y Clos de can Benet, donde se pueden ver restos de
varias estancias residenciales o agrícolas, pozos, hornos y la parte más importante,
unas termas romanas consideradas las más antiguas de la península.
Solo queda bajar un poco por la riera y
llegamos nuevamente al parking de la Cooperativa Agrícola, dando por finalizado
el recorrido.
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