25/02/2018
Después de un tiempo sin publicar, esta mañana de DOMINGO nuestro guía y amigo “Rafa. (Siempre pensando en ofrecernos una entretenida ruta). Nos ofreció al grupo esta interesante ruta por las Tinas de la Comarca de Bages.
Después de un tiempo sin publicar, esta mañana de DOMINGO nuestro guía y amigo “Rafa. (Siempre pensando en ofrecernos una entretenida ruta). Nos ofreció al grupo esta interesante ruta por las Tinas de la Comarca de Bages.
Estas tierras hay que imaginárselas hasta
una época donde el paisaje y la vida eran radicalmente diferentes, cubiertas de
viñas y donde se reflejaban unas magníficas construcciones que son una muestra
representativa de las llamadas “Tinas” las cuales permiten reconstruir el
pasado,
Las tinas son conjuntos de enormes edificaciones
de piedra, algunas aisladas y otras agrupadas. Que antiguamente se construían
en medio de las viñas, donde se desarrollaba el cultivo. En ellas se vertían
las uvas y se elaboraba el vino a pie de
viña, y de este modo se facilitaba el transporte de las uvas por laderas y
colinas escarpadas. Pero al quedar los viñedos muy lejos de los pueblos el
trasporte era más complicado y costoso.
También
hemos visto varias barracas de piedra, construcciones que se realizaban al lado
de las tinas, empleadas por los payeses para dormir y guardar sus instrumentos
de trabajo.
Si bien la ruta reseñada no transcurre
por la zona donde las tinas están mejor conservadas, nosotros nos hemos
encontrado con muchas de ellas, ocultas entre la vegetación, en un estado de
conservación bastante malo. En el municipio se conservan todavía algunas masías
bastante antiguas, y en estado ruinoso.
Para
hacer esta ruta nos trasladamos a la población del Pont de Vilomara y dejamos
los vehículos estacionados al principio de la calle Farre donde hay un pequeño parquin.
Subimos por la calle unos metros hasta
encontrar en el margen izquierdo un sendero señalado con marcas del GR-4 que
transcurre por el parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, por caminos
y senderos que atraviesan bosques y zonas de montaña mediterránea.
Este sendero nos lleva a conocer unos de
los lugares emblemáticos de la zona, L´hostal
de Sant Jaume de Vallhonesta y su ermita (485 m). - Impresionante conjunto, actualmente en ruinas,
que fue en su día una importante hospedería habitada hasta los años 1930, Situada
a pie del antiguo camino del Coll de Davi, que unía Barcelona-Manresa.
Uno
se puede imaginar la importancia del hostal en cuyas caballerizas al parecer
cabían unos 70 animales. También se puede apreciar por las dimensiones del
mismo, los restos del molino de aceite, la cocina, y las estancias.
El primer documento que menciona este
hostal es del siglo XV (aunque su construcción es anterior)
Al igual que todos los lugares que
visitamos este también tiene su leyenda. Refiriéndose a la existencia de la
mítica serpiente con melena entre los escombros del hostal.
Visitado el lugar nos despedimos de las
personas que cuidan del recinto y de la ermita. A partir de aquí el camino no
tiene señal alguna, transcurriendo por caminos forestales que hacen de este
trayecto un tramo bastante monótono.
Salimos
por la pista que encontramos a la entrada del recinto, abandonándola a los
pocos metros por un sendero que sale a la izquierda, e iniciamos un descenso
que nos deja nuevamente en la pista. Continuando por ella hacia la izquierda
con dirección al Pla de la Mandra, nos encontramos con la Riera de “Santa Creu”
que atravesamos en varias ocasiones y sin problema al no llevar agua.
Rápidamente llegamos a las ruinas de Cal
Padre, a pie de pista.
A
medida que vamos avanzando por la pista, podemos ver sobre una cima la casa de:
El
Farrel. - También
importante masía que en siglo XVII fue fortificada para evitar los ataques de los
bandoleros, que actuaban en el muy cercano camino real de Barcelona a Manresa.
También y según la leyenda fue un lugar
ocupado por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Se dice que
las tropas napoleónicas escondieron en ella el botín de: (oro, plata), que
robaban. Estas tropas cuando tuvieron que huir del lugar intentaron llevarse
todo el botín, pero ante el peso de los cofres optaron por enterrarlo en el
camino viejo de Mararodona. Cuando intentaron recuperarlo les fue imposible dar
con el lugar exacto, debido a la tala de los árboles que hubo en aquella misma
zona.
Seguimos el camino hasta un cruce
señalado con un cartel hacia “Mura” seguimos esta indicación, hasta el próximo
cruce donde encontramos una valla de hierro color verde, continuamos por esta
pista.
Nuevo desvió, al llegar al cruce donde la
pista sigue de frente, como referencia hay un “quitamiedos” de madera que
garantiza la seguridad, aquí seguimos la pista de la derecha. En este trayecto, nos encontramos con
diferentes construcciones de pequeñas barracas de viña hechas de piedra seca y
enormes tinas escondidas en la montaña, todas ellas cubiertas y ocultas por la
maleza.
La pista llega a un collado donde un
sendero que sale a la izquierda con bastante pendiente nos lleva hasta la Serra
dels Ermitanet.
Donde está las Tines
de la serra del Ermitanets. - Se
trata de una antigua casa de campo, hoy en ruinas, pero quedan todavía dos
tinas, que vale la pena observar.
Retrocedemos por el sendero que hemos
subido hasta el collado, siguiendo por la pista esta nos lleva bajo las Balmes Rojas. Al final de la misma
llegamos a una bifurcación, y tomamos el camino que sube a mano derecha, un poco más arriba giramos nuevamente
a la derecha por un sendero que nos
lleva a una gruta/ balma donde se
encuentran las Tinas de las Balmes Rojas
(475 m).- Primero nos encontramos
con un conjunto de dos tinas que llegan
hasta el techo de la gruta, y más
adelante otra más que se encuentra en el interior de un cercado, que al parecer
y en la actualidad sirve como
refugio del
ganado. Todas ellas están bien conservadas gracias al cobijo que les da la gruta.
Retrocedemos, hasta llegar al cruce de la
pista, siguiendo la misma y a mano derecha hasta llegar a la riera de la Casa Nova, donde la cruzamos y subimos a la “Casa
Nova de Sant Jaume”.
Salimos por el sendero que pasa junto a
las ruinas de la casa hasta salir nuevamente a la pista, solo nos quedan unos dos
kilómetros para llegar al punto de partida, pero antes de terminar la ruta, nos
encontramos con la última muestra del pasado agrícola de la zona, una barraca
de viña. Cogemos un pequeño sendero a la
izquierda que nos deja en el lugar de inicio… parking C/ Farre..
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