Con fuerte olor marinero dejo el puerto de Arenys de Mar donde se puede degustar en sus variados restaurantes una jornada gastronómica de los productos tan reconocidos cómo la gamba y el famoso calamar de Arenys,

La senda continúa en esta ocasión entre la vía del tren y la arena dorada de la playa roca Blanca, playa de aspecto rustico debido a un macizo rocoso, poco equipada de servicios e infraestructuras y que conecta con el término de San Pol de Mar
Se puede utilizar como alternativa un paseo peatonal que esta a mayor altura y que discurre junto a la carretera N-II fin de la localidad de Calella, pero sigo con mi propuesta que la considero mas atractiva e interesante y que me permite disfrutar de su brisa marina, observando como el agua se abre paso entre las rocas, y toda una serie de sensaciones que se perciben caminando junto al mar una de ellas es esa peculiar olor marina que tanto lo caracteriza.

Hay una curiosa anécdota o mito sobre el reloj de este lugar:
Resulta que hace bastantes años se instaló un reloj de sol, y con el fin de evitar que las fuertes lluvias y el granizo lo estropeasen le colocaron un tejadito. Evidentemente, el reloj de sol con ese tejado no servía para nada. Debido a esto, los turistas y aquellos que pasaban por la población preguntaban con mofa a los habitantes:
*Sant Pol... Quina hora és? (Sant Pol ¿Qué hora es?)
La realidad es que las tropas de Felipe V lo destruyeron en 1714.
La estrecha playa en la que me encuentro nada mas pasar la riera me impide seguir por ella a consecuencia de que la regeneración natural de la arena presenta problemas, teniéndose que recurrir como en otras poblaciones a la regeneración artificial de arena es por eso que continuo por el interior de las calles mas próximas hasta salir por el paso a nivel del tren al Paseo de la Punta

En este punto opto por subir por la escalera a lo alto de este alud montañoso y recorrer este tramo por la zona de su mirador disfrutando de la ventaja de ver todo a vista de pájaro de esa franja costera tan espectacular y de parte del recorrido por la playa de Calella y su municipio,
El paisaje urbanístico cambia rotundamente, la presión urbanística del boom turístico del año 56 en la localidad de Calella, y posteriormente en Pineda, Santa Susana y Malgrat hacen que afloren las construcciones de hoteles y apartamentos en primera línea del mar, haciendo que Calella sea conocida como capital turística de la Costa del Maresme.
Desciendo por las escaleras que llevan a la playa camino por la arena para salir al paseo marítimo en sentido norte, en total se pueden encontrar tres playas bien diferentes donde se congregan los habitantes y turistas para sofocar el calor del verano: Les Roques, Gran y Garbí en esta línea o por este orden alcanzo:

Pineda de Mar Este pueblo mediterráneo fue muy castigado por los piratas y por el ejército de Napoleón siendo también incendiado durante las revueltas carlistas del siglo XIX.
A diferencia de sus pueblos vecinos de Calella de Mar, Santa Susana y Malgrat de Mar, Pineda se ha mantenido casi “virgen” al boom turístico y es básicamente un pueblo residencial
Esta localidad del Mediterráneo cuenta con un precioso paseo marítimo a pié de la playa de los Pescadores por el que opte para continuar hasta la estación de tren y por ultimo encontrarme con la Platja dels Pins

Santa Susana: A pesar de la presión urbanística, detrás de los grandes hoteles todavía se puede encontrar un espacio agrícola que en otro tiempo fue de gran calidad.
El camino de tierra da paso a un moderno paseo marítimo paralelo por una parte al conjunto de hoteles y a la playa de Levante desde la que se puede observar justo en medio del mar una piedra denominada la Pilona. Se trata de una plataforma artificial que servía, a comienzos del siglo XX, como punto de embarque del mineral de hierro de las minas de can Palomeres, el cual, desde la montaña, llegaba al mar a través de unas torres metálicas o de un sistema de vagonetas.
Esta población pone fin a su término con la playa de las Caletes formada por pequeñas calas separadas por grupos rocosos.
Una vez en la estación de tren de Malgrat de Mar, doy por finalizada la ruta de 21 Km . en el tiempo de 4 horas
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