El fin de la ruta por el litoral ha concluido, este último tramo parece que tenga gafe. Me explico. En un principio tenia previsto terminarlo en la III parte pero una lesión muscular me lo impidió y en esta ocasión se me estropeo la cámara fotográfica a consecuencia de un golpe, por este motivo el reportaje fotográfico no será muy amplio.
El recorrido en esta ocasión es muy corto tiene su inicio y final en la estación de cercanías de Malgrat de Mar, continuo por el paseo marítimo de la playa Malgrat Centre hasta el final del mismo dando inicio a la Playa de la Cuenca por el Camino de la Pomereda esta fachada marítima tiene una extensión de unos dos kilómetros y medio. Se trata de una playa virgen, de espacio protegido, donde se mezcla la fauna, la flora y las dunas de la zona donde los paneles informativos dan mención expresa a la importancia de las mismas en el lugar.
El trazado de la ruta continúa por el tramo final del río una vez superada la zona de camping donde el paisaje y la calma invitan a la observación de aves, esta zona es objeto de uno de los proyectos del Consistorio para recuperar medioambientalmente este espacio que compone el Río Tordera antes de llegar a su desembocadura en el mar entre los limites de los municipios de Malgrat de Mar y Blanes, lugar donde se forma el delta de unos ochos kilómetros cuadrados y área de descanso para aves migratorias que recorren el litoral en sus desplazamientos y de invernada también para muchas de ellas, permitiendo el establecimiento de aves reproductoras en la vegetación de sus riberas compuestas por carrizales y juncales, junto a formaciones arboladas de olmos y fresnos.
Los ornitólogos han catalogado algunas especies entre las que se pueden mencionar: la garza imperial, martinet menut, ibis sagrat, garcetas blancas, corriols pequeños, cuereta torrentera, ocas, gaviotas, etc.…. Y donde los amantes de la naturaleza no deben olvidar en sus mochilas unos prismáticos, guía de aves para identificar las especies , cuaderno de campo para dibujar los relieves costeros y los pájaros con el fin de poder disfrutar de un día de playa tranquilo entre dunas, avistando pájaros y disfrutando de la flora autóctona del Delta del Riu Tordera.
Y después de aproximadamente sesenta y tres kilómetros de recorrido, mi ruta por el litoral del Maresme finaliza con la siguiente reflexión: el litoral y el medio marino están sufriendo un deterioro que compromete su supervivencia, se tiene que conseguir que el medio ambiente marino y las costas de los municipios por donde ha transcurrido mi ruta sean un ejemplo de conservación en el que el ciudadano y los organismos oficiales deben ser conscientes de la necesidad y del esfuerzo a invertir para su conservación.
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