Después de pasar todos una noche infernal por los ronquidos cadavéricos de un
peregrino, que hizo dormir a algunos en el baño, salimos a patear el camino, muy temprano, a las 6,30 AM.Si bien cada mañana nos costaba más levantarnos, la rutina diaria y la ilusión de que estábamos llegando a Santiago, suplía el sueño que pasábamos.
Con el frío habitual que llevábamos padeciendo por las mañanas en Galicia, salimos con dirección a Melide, lugar donde teníamos previsto comernos las provisiones que habíamos preparado en forma de bocadillo
Sobre las 11,00 AM, llegábamos a Melide, cogimos fuerzas y retomamos la ruta media hora más ta
rde.Faltaban 15 kilómetros y, todos pensamos en hacerlos “dando un paseíto”.Dejamos la provincia de Lugo al llegar a Leboreiro primer pueblo de A Coruña, última provincia por la que transitamos en el Camino
El paisaje, ayudaba a tomárnoslos con tranquilidad, grandes paseos rodeados de eucaliptos, pinos, y una vegetación muy tupida, donde el silencio se rompía con nuestras pisadas en las hojas secas. Creo que todos sentíamos interiormente algo de la “espiritualidad “del Camino.
Sobre el medio día estábamos comenzando a pisar el “Concello de Arzua”, comarca donde, su capital, ARZUA, servio para pasar la noche.
Tras pasar el pueblo, dimos con el albergue, algo parecido a una casa abandonada, con literas unidas o con separaciones mínimas y con un frío que “pelaba” Hasta mañana.
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