ETAPA 17º RABANAL DEL CAMINO-PONFERRADA, 25,5 KM 12-04-99
Este día desayunamos como reyes. El hospitalero nos tenía preparado un completo desayuno a base de tostadas, mantequilla, mermelada, café, etc. , que dejo en ridículo nuestr
o “ Dan-up”.
La salid
a vino dominada por una mezcla de temor e ilusión una vez pasado el abandonado pueblo de "FONCEBADON", pues teníamos que llegar a la cumbre del Irago, de unos 1500 metros de altitud, donde encontramos la llamada CRUZ DE FERRO, sobre un montículo de piedras que los peregrinos van depositando. Nosotros llevábamos cada uno la correspondiente piedra cogida en Roncesvalles, que simbolizaba nuestros deseos y peticiones al Apóstol. La tradición dice que tiene que llevar una piedra desde tu lugar de origen tan grande como tus propios pecados.
Con un frío impresionante la dejamos en la parte más alta (posible) de la cruz. Aprovechamos la parada para reponer fuerzas, además de coger un poco de frío en las manos.
A la bajada del alto de Irago, pasamos por MANJARIN, donde conocimos a otro de los “perso
najes” típicos del Camino. Un hospitalero Tomas “ El Templario de Manja
rin “que dejó sus “negocios” de Madrid para ayudar a los peregrinos. No era el suyo un albergue que destara en comodidades y lujos, sino más bien un albergue especial. No había ducha, ni agua caliente, tampoco tenia luz, solo unos viejos candelabros y el resplandor de la chimenea, con un inconfundible espíritu templario, que le daba los libros puestos sobre una estantería (llamada biblioteca), y el altar que estaba ubicado en una de las esquinas Adornado con las armas y espadas de la orden del Temple custodiando las imágenes de una Virgen y un Santo. Y con una singular peculiaridad “el sonar de una campana, que da la bienvenida a los peregrinos a su paso.
El camino hasta MOLINASECA parecía ser todo bajada, y así fue, aunque era monte, al no tener que subir se agradeció. Antes de MOLINASECA llegamos al primer pueblo de la comarca del Bierzo, EL ACEBO. Nos juntamos con los compañeros de Madrid, Juan y Manolo, este personaje llamado Juan, se hizo todo el camino en pantalón corto, le importaba tres pepinos la climatología que hubiera. Todos juntos calentamos el cuerpo con cafés y cola-cao.
Aprovechamos que ya era hora de comer cuando llegamos a MOLINASECA , donde lo hicimos. Nos quedaban 6 Km. para llegar a la ciudad de los templarios PONFERRADA. Aunque estábamos tentados de quedarnos en el albergue, decidimos seguir hasta el destino previsto, fue un paseíto. El albergue, muy discreto, con un hospitalero arto listilo, pero agradable. Hasta mañanas
Este día desayunamos como reyes. El hospitalero nos tenía preparado un completo desayuno a base de tostadas, mantequilla, mermelada, café, etc. , que dejo en ridículo nuestr
o “ Dan-up”.
La salid
a vino dominada por una mezcla de temor e ilusión una vez pasado el abandonado pueblo de "FONCEBADON", pues teníamos que llegar a la cumbre del Irago, de unos 1500 metros de altitud, donde encontramos la llamada CRUZ DE FERRO, sobre un montículo de piedras que los peregrinos van depositando. Nosotros llevábamos cada uno la correspondiente piedra cogida en Roncesvalles, que simbolizaba nuestros deseos y peticiones al Apóstol. La tradición dice que tiene que llevar una piedra desde tu lugar de origen tan grande como tus propios pecados.
Con un frío impresionante la dejamos en la parte más alta (posible) de la cruz. Aprovechamos la parada para reponer fuerzas, además de coger un poco de frío en las manos.
A la bajada del alto de Irago, pasamos por MANJARIN, donde conocimos a otro de los “perso
najes” típicos del Camino. Un hospitalero Tomas “ El Templario de Manja
rin “que dejó sus “negocios” de Madrid para ayudar a los peregrinos. No era el suyo un albergue que destara en comodidades y lujos, sino más bien un albergue especial. No había ducha, ni agua caliente, tampoco tenia luz, solo unos viejos candelabros y el resplandor de la chimenea, con un inconfundible espíritu templario, que le daba los libros puestos sobre una estantería (llamada biblioteca), y el altar que estaba ubicado en una de las esquinas Adornado con las armas y espadas de la orden del Temple custodiando las imágenes de una Virgen y un Santo. Y con una singular peculiaridad “el sonar de una campana, que da la bienvenida a los peregrinos a su paso.
El camino hasta MOLINASECA parecía ser todo bajada, y así fue, aunque era monte, al no tener que subir se agradeció. Antes de MOLINASECA llegamos al primer pueblo de la comarca del Bierzo, EL ACEBO. Nos juntamos con los compañeros de Madrid, Juan y Manolo, este personaje llamado Juan, se hizo todo el camino en pantalón corto, le importaba tres pepinos la climatología que hubiera. Todos juntos calentamos el cuerpo con cafés y cola-cao.
Aprovechamos que ya era hora de comer cuando llegamos a MOLINASECA , donde lo hicimos. Nos quedaban 6 Km. para llegar a la ciudad de los templarios PONFERRADA. Aunque estábamos tentados de quedarnos en el albergue, decidimos seguir hasta el destino previsto, fue un paseíto. El albergue, muy discreto, con un hospitalero arto listilo, pero agradable. Hasta mañanas
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