Etapa de transición. Torres del Río es un pueblo pequeño, tiene dos iglesias, una de ellas es un preciosos templo románico-mudéjar de planta octogonal, en su interior se encuentra un Cristo que es una pieza de interés arquitectónico.
El recorrido de ese día se presento sin apenas subidas o bajadas bruscas, eso si, era la mas larga de las realizadas hasta ahora. Comenzamos sobre las 7,00, con la mirada puesta en el bonito pueblo de VIANA, centinela contra las invasiones de Castilla y Leon, ciudad de rica gastronomía y vinos de buen paladar, ultima población Navarra de la Ruta Jacobea, fronteriza con la Rioja, llegamos a la provincia de la Rioja sobre las 11,30 horas.Seguidamente pasamos por LOGROÑO, la segunda de las capitales grande que atravesamos. Después de visitar su catedral “Santa María de La Redonda” y los lugares más emblemáticos que nos mostraba la ciudad, la dejamos con el cansancio que se iba apoderando ya de nuestras piernas.
El próximo destino fue Navarrete final de la etapa, población esta dedicada al cultivo de la uva tinta y blanca, que le han llevado a conseguir que sus bodegas sean reconocidas con “Denominación de origen calificada Rioja”
Creíamos que estaría cerquita. Toda la ilusión se desvaneció cuando se nos ocurrió preguntar a un vecino de la zona cuanto faltaba para Navarrete. “bueno, en kilómetros serán unos seis o siete”, con su brazo extendido y dedo índice recto nos señalaba la dirección, “tenéis que subir ese monte detrás de aquel deposito, y después ya iréis viendo las flechas amarillas “ En fin….terrible. Con un calor sofocante y un terreno con abundante gravilla, logramos divisar la torre de la iglesia del pueblo, ¡ya queda poco!
Al llegar al albergue todo nuestro cansancio se esfumo tras conocer al hospitalero. Félix era una persona, agradable, simpática y servicial, algo que nos mosqueo un poco a todos fue que quizás lo era de una forma exagerada …… Ah! Se me olvidaba reseñar la simpática de la Sra.Felisa, al pie del camino, entrando a Logroño, la simpática “abuelita” obsequiaba a los peregrinos con higos y la estampación de un bonito sello en el pasaporte, toda una leyenda en el camino.
Por la tarde, colada, envío de postales a los familiares, compra y al sobre. Hasta mañana.
El próximo destino fue Navarrete final de la etapa, población esta dedicada al cultivo de la uva tinta y blanca, que le han llevado a conseguir que sus bodegas sean reconocidas con “Denominación de origen calificada Rioja”
Creíamos que estaría cerquita. Toda la ilusión se desvaneció cuando se nos ocurrió preguntar a un vecino de la zona cuanto faltaba para Navarrete. “bueno, en kilómetros serán unos seis o siete”, con su brazo extendido y dedo índice recto nos señalaba la dirección, “tenéis que subir ese monte detrás de aquel deposito, y después ya iréis viendo las flechas amarillas “ En fin….terrible. Con un calor sofocante y un terreno con abundante gravilla, logramos divisar la torre de la iglesia del pueblo, ¡ya queda poco!
Al llegar al albergue todo nuestro cansancio se esfumo tras conocer al hospitalero. Félix era una persona, agradable, simpática y servicial, algo que nos mosqueo un poco a todos fue que quizás lo era de una forma exagerada …… Ah! Se me olvidaba reseñar la simpática de la Sra.Felisa, al pie del camino, entrando a Logroño, la simpática “abuelita” obsequiaba a los peregrinos con higos y la estampación de un bonito sello en el pasaporte, toda una leyenda en el camino.
Por la tarde, colada, envío de postales a los familiares, compra y al sobre. Hasta mañana.
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